La búsqueda de un buen nombre es el primer paso que cualquier emprendedor debe dar a la hora de poner en marcha un negocio o proyecto.
Sin duda es un elemento muy importante y muchas empresas emergentes lo saben y se gastan mucho dinero en encontrar ese nombre que las defina y a la vez las posicione con originalidad frente a su competencia.
Es evidente que la calidad de un nombre puede dar alas a tu negocio o ser un verdadero lastre que impida que tu proyecto despegue o crezca como debería.
En Logoestilo llevamos 20 años creando buenos nombres para empresas, por eso hemos pensado que ha llegado el momento de compartir algunos de nuestros secretos. Con esto no pretendemos que los emprendedores dejen de recurrir a buenos profesionales, sino que al menos conozcan un poco más sobre este mundo y eviten errores que podrían costarles muy caro.
Cualidades que debe de tener un buen nombre:
1. Que suene bien: Lo más importante de un nombre es que al oirlo suene bien.
Al margen de todo el significado que pueda tener detrás, si un nombre es difícil de pronunciar, no es agradable escucharlo o nos recuerda alguna palabra malsonante (o con un significado que no nos interesa) es mejor descartarlo.
En la mayoría de los casos todos nosotros sabemos reconocer cuando algo suena bien y cuando no. De todas formas luego explicaremos algún recurso para conseguir palabras rítmicas y que suenen muy bien.
2. Que sea corto: Si queremos que nuestros clientes memoricen fácilmente nuestro nombre es mejor ayudarles con un nombre corto: Apple, Nike, o Tesla lo saben muy bien.
Sólo en algunos casos podemos “sacrificar” esta cualidad con la única intención de diferenciarnos del resto y así destacar:
No se me ocurre mejor ejemplo que esta marca de ropa noruega: el nombre además de ser largo es impronunciable y el logo nos dificulta aún más su lectura. Sin duda esta marca no quiere que nos aprendamos su nombre y con eso buscan precisamente ser diferentes.
3. Que sorprenda: Siempre que podamos es bueno que un nombre sea original, que sorprenda, que llame nuestra atención. Para eso es importante no conformarse con nombres demasiado genéricos o muy usados en nuestro sector.
4. Que contenga alguna palabra “clave”: Aunque suene contradictorio con el punto anterior, en muchos casos nos interesa más que nuestro nombre contenga una palabra clave para nuestro sector (aunque perdamos originalidad) y de esa forma nos aseguramos que cuando nuestro público vea nuestra marca sepa rápidamente a que nos dedicamos. Aquí van algunos ejemplos hechos por nosotros:
Técnicas para crear nombres:
Aquí está la parte más importante de este artículo y la que mayor interés tiene tanto para creadores de nombres como para clientes. Como ya hemos hecho en otros artículos de nuestro blog, utilizaremos ejemplos propios para hacer un mejor análisis y que la lectura sea mas entretenida y provechosa:
1. El Acrónimo:
Ésta es sin duda la reina de las técnicas del “naming”: Nos permite crear nombres cortos, que suenen bien y que tengan un significado detrás.
¿Pero qué es un acrónimo? Es un término formado por la unión de elementos de dos o más palabras: pueden ser palabras o partes de ellas, o incluso sílabas o iniciales. Por ejemplo:
- Unión de palabras: VOLKSWAGEN= Volk (pueblo), Wagen (vehículo).
- Unión de sílabas: PULEVA= PUra LEche de VAca
- Unión de iniciales: ASICS= Del latín: “Anima Sana in Corpore Sano”.
Algún ejemplo de nombre creado por nosotros mediante el uso del acrónimo serían estos:
Acrónimo formado para las palabras WIN (ganar) + TRAFFIC (Tráfico). Se podría leer como “Ganar Tráfico”. Un nombre perfecto para esta clienta dedicada a la captación digital de tráfico de potenciales usuarios de sus clientes. (Conoce más de Wintraffic pinchando aquí).
Acrónimo formado para las palabras VIVA + VOLEA. Una buena opción para una marca de ropa y accesorios de tenis dirigida a un público juvenil. La primera de ellas está cargada de energía y optimismo. La segunda alude directamente a una de los golpes más conocidos en el mundo del tenis. (Conoce más de Vivolea pinchando aquí)
2. La Aliteración:
Es un recurso literario que consiste en la repetición de un sonido. Esto puede hacer (en muchos casos) que un nombre sea atractivo al oido, ya que se produce una cadencia rítmica que resulta muy agradable.
Se consigue mediante la repetición de vocales o sílabas, generalmente al principio y al final del término.
Por ejemplo:
En este caso la palabra empieza y termina por la misma vocal “i”, creando ese ritmo que hace que la palabra suene muy bien. Obviamente Hay otros elementos que ayudan: es una palabra cortita, combina vocales abiertas y cerradas, todas las consonantes son suaves, etc...(Conoce más de ILOVMI pinchando aquí)
En este caso no se repiten vocales sino sílabas: VU, al principio y al final. Cuando se repiten sílabas además de conseguir ese ritmo, también se crea un efecto divertido que puede funcionar muy bien como por ejemplo para esta tienda de regalos y golosinas. (Conoce más de VULEVÚ pinchando aquí)
En ese caso llevamos la repetición de sonidos al extremo, ya que el nombre también es un acrónimo y surge de la unión de ONA (ola de mar en valenciano) y NAO (Nombre de un cabo emblemático, “Cabo la Nao”, muy cercano a donde se encuentra este restaurante).
Estas dos palabras son simétricas en cuanto a sus silabas de modo que al ponerlas juntas producen un efecto rítmico y pegadizo como las olas del mar. (Conoce más de ONA-NAO pinchando aquí)
3. La castellanización de extranjerismos: Este recurso tiene como objetivo crear vocablos nuevos a partir de palabras extranjeras que “castellanizamos” escribiéndolas tal cual las oímos, y no como se deberían escribir en su idioma original.
Esto nos permite crear nombres frescos, ingeniosos y sobre todo que no existen, ya que cuando trabajamos con palabras inglesas especialmente, nos damos cuenta que es casi imposible encontrar ningún nombre con el dominio .com libre.
Por ejemplo:
BAGSHI surge de la unión de dos palabras : BAG (bolso) + SHE (ella). Un nombre perfecto para una firma de bolsos y complementos femeninos.
El problema es que en España leemos las cosas tal cual se escriben, y por tanto lo mejor era castellanizar ese “she” convirtiéndolo en “shi” y de esa forma conseguiremos varias cosas a la vez: Un nombre con el un dominio libre, una terminación más femenina y además que tenga un toque italiano (lo italiano siempre se asocia a la moda de calidad).
(Conoce más de BAGSHI pinchando aquí)
VULEVÚ es una castellanización del francés: “Voulez-vous?”, que significa: “¿Quiere usted?”. Es como si la tienda te preguntara al entrar: “pase y escoja lo que le guste”.
Obviamente casi nadie al ver ese nombre se va a percatar de su origen pero lo importante es que tiene una razón de ser y que además cumple con otros objetivos de un buen nombre: es corto, pegadizo y también divertido en este caso. (Conoce más de VULEVÚ pinchando aquí)
El término surge de la frase inglesa “I love me” que se podría traducir como “Me quiero”. Esa frase resumía perfectamente la filosofía de esta marca: Un centro de estética dirigido a mujeres que les gusta cuidarse.
En este caso de nuevo cambiamos ME por MI, para que se escriba tal y como se pronuncia.
(Conoce más de ILOVMI pinchando aquí)
4. Uso de sufijos:
Los sufijos son morfemas que se colocan al final de una palabra y le aportan algún matiz o sentido. En el “naming” son muy comunes el uso de sufijos procedentes del latín para conseguir que un termino transmita calidad, profesionalidad o tradición.
Otros idiomas también tienen connotaciones asociadas a la calidad. Por ejemplo el francés se asocia con la comida gourmet o el italiano con la alta costura y el buen diseño en general.
Veamos algunos ejemplos propios:
Este nombre surge de la unión de VERSO y el sufijo UM. También le hemos cambiado la S por la X para darle un toque más singular. Un nombre corto, elegante y con solera es perfecto para una empresa que se dedica a la exportación de productos alimentarios de máxima calidad como aceite de oliva y quesos.
(Conoce más de VERXUM pinchando aquí)
Este nombre surge de la unión de SERENIDAD y el sufijo IAM. De nuevo conseguimos asociar sutilmente la palabra con el latín y eso le da un toque de calidad.
(Conoce más de SERENIAM pinchando aquí)
Como ya hemos explicado la terminación en “i” la asociamos con el italiano y esto siempre es un acierto cuando estamos hablando de moda y diseño.
5. Personalización o Tuneado:
Tunear se define como adaptar algo a los gustos o intereses personales. En el caso de Naming lo que hacemos es partir de un término y transformarlo para conseguir hacer especial esa palabra o simplemente conseguir un nombre que no exista. Pare ello tenemos que dejar volar la imaginación y jugar con las letras con total libertad.
Aquí van algunas ideas:
- Duplicar letras.
- Cambiar una S por X, (se pronuncia igual pero el nombre es otro)
- Cambiar una C por una k o por una Z, (se pronuncia igual pero el nombre es otro)
- Añadir alguna letra al final
- Insertar una palabra dentro de otra.
Veamos algunos ejemplos propios:
En este caso hemos partido de la palabra “evoluciona” y hemos destacado la palabra LUZ cambiando para ello la C por la Z. Un nombre muy apropiado para una consultoría de ingeniería eléctrica. (Conoce más de EVOLUZCIONA pinchando aquí).
Para este fabricante de pinturas mexicano hemos partido de la palabra “cromática” y le hemos dado un toque más atractivo recortando el final de la palabra y convirtiendo la C en una K.
(Conoce más de CROMATIK pinchando aquí)
Como ya dijimos antes aquí sustituimos la S original de VERSO por una X para darle un toque más singular y de calidad.
6. El uso de “apellidos”:
A veces nos pasa que encontramos nombres muy buenos y que cumplen con todas las expectativas del cliente pero que desgraciadamente tiene el dominio .com registrado. En la mayoría de los casos el registro se hace por empresas que se dedican a comprar buenos dominios e intentar revenderlos a precios abusivos.
En este tipo de situaciones siempre podemos utilizar la técnica de añadir un subtítulo o apellido al nombre principal para conseguir así un dominio libre. Este apellido debe aparecer en el logotipo pero siempre podemos ponerlo a un tamaño muy reducido para que el nombre principal sea lo que destaque.
Veamos un par de ejemplos propios:
En este caso al cliente le encantaba nuestra propuesta de “Trípolis” ya que hace referencia a que Toledo se la conoce como la ciudad de las tres culturas (cristina, judía y musulmana) que fueron capaces de vivir en convivencia durante siglos. “Polis" significa en griego “ciudad" de modo que el significado sería "tres ciudades, tres culturas”.
Sin embargo www.tripolis.com no estaba disponible, pero añadiéndole Toledo el problema estaba solucionado. De hecho era muy conveniente añadirle en el dominio el nombre de la ciudad para un mejor posicionamiento: https://www.tripolistoledo.com
“La colonial” es el nombre escogido por nuestra clienta para un Hotel boutique ubicado en el barrio colonial de Las Palmas de Gran Canaria. Obviamente es un nombre bastante genérico y el dominio .com no estaba disponible sin embargo al añadirle el apellido “suites” el problema estaba resuelto: https://lacolonialsuites.com
El método “Logoestilo”:
Ya para terminar este artículo queremos explicar brevemente cuál es el proceso de trabajo que hemos desarrollado en Logoestilo tras muchos años de análisis y mejora. Se basa en estos 4 pasos:
1: Estudio de las necesidades de la empresa (para eso es muy importante el briefing que el cliente nos dé).
Un nombre no lo puede tener todo, por eso hay que analizar que elementos son más importantes para el cliente y que quiere destacar: ¿Que sea original, que sea corto, que contenga una palabra clave que la asocie con su sector, que destaque por su elegancia o su frescura?
2. Hacemos una comparativa con otros nombres del sector. Estudiamos el mercado para saber lo que ya existe con la intención de conseguir algo distinto y único.
3. Tormenta de ideas: A partir del briefing creamos un listado de palabras, prefijos y sufijos que nos pueden ayudar a crear los términos definitivos
4. A partir de todas esta “materia prima” utilizamos las técnicas que hemos explicado (unida a nuestra imaginación y experiencia) para crear un listado de 25 propuestas para que el cliente pueda escoger entre todas ellas la que le identifica mejor.
Ahora sí hemos llegado al final. Esperamos de verdad que este artículo te haya gustado.
En internet hemos visto muchos artículos que hablan sobre NAMING pero no hemos visto ninguno que explique con detalle las técnicas que se utilizan para crear nombres, y mucho menos con ejemplos propios.
Por eso nosotros queríamos crear un contenido de calidad basado en nuestra propia experiencia que seguro puede arrojar mucha luz sobre este interesante mundo del Naming.
Desde nuestras oficinas en Granada seguimos trabajando en nuevos proyectos de Naming y esperamos que pronto podamos mostrarlos en nuestra galería.
Si te ha gustado, ¡no olvides compartirlo! :)
Por Alejandro Prieto. Director de Logoestilo.